El gobierno de López Obrador está por terminar y, como es evidente, ni nos convirtió en una “Venezuela”, ni instauró dictadura alguna.

Los objetados por el Ejecutivo han sido usados para tomar decisiones que benefician a grandes empresas y son empleados por grupos de presión.

La reforma a fondo es necesaria y el proceso debe ser buscando consensos y a partir de propuestas concretas.

Sin contar la Corte y el Tribunal Electoral, tiene casi 40 mil servidores públicos. Este es el único de los tres poderes que exige un título profesional a sus integrantes y que su número crece día con día.

No se “militarizó” al país, se ciudadanizó a los militares sin pérdida de disciplina.

En tiempos de PAZ, todos estamos del mismo lado, sin odios.

El tiempo corrió y ahora es distinto; con frecuencia, noticias sobre el Poder Judicial federal se encuentran en el centro del debate público.

La noche del neoliberalismo duró en México al menos 30 años; logró que se olvidaran conceptos jurídicos de avanzada congruentes con los principios de la Revolución Mexicana.

El domingo 27 de noviembre pasa a la historia de México como un día memorable.